En 2011, la ola de protestas llamada “Primavera Árabe” llegó a Siria, agudizándose hasta dar paso a una guerra civil abierta en la que aparecieron grupos yihadistas islámicos y potencias extranjeras. 

El conflicto provocó una de las mayores crisis de refugiados de la historia, con cientos de miles de personas intentando cruzar por mar desde las costas de Turquía hasta Grecia en busca de refugio.

En septiembre de 2015, la fotografía del pequeño Alan Kurdi ahogado en una playa hizo que la comunidad internacional despertara. Y, como socorristas, vimos la necesidad de estar ahí. Viajamos de urgencia a Lesbos para socorrer a los cientos de refugiados sirios que huían de la guerra. Fue, sin saberlo, la primera misión de Open Arms.

Una década después, sigue habiendo miles de muertes en el Mediterráneo. Por eso seguimos existiendo. Hemos salvado la vida a más de 70.000 personas que huían de guerras, desastres naturales, persecuciones o de la pobreza. Y contigo, salvaremos a muchas más.