El Open Arms rescata a 115 personas en el Mediterráneo central en la misión de Navidad

La Misión 107 a bordo del Open Arms, que zarpó del puerto de Barcelona en Nochebuena, concluye con la alegría de saber que la vida de 115 personas, entre ellas varias niñas y niños y mujeres embarazadas, ya no está en peligro.

 

Cada una de las 115 personas de países de origen como Somalia, Camerún, Bangladesh, Eritrea, Sudán, Etiopía, Marruecos, Argelia y Siria, entre otros, que hemos rescatado, y a las que hemos devuelto la dignidad a bordo de nuestro viejo remolcador, tendrán la oportunidad de iniciar una nueva vida en paz, y nuevas oportunidades lejos de las situaciones de abuso, pobreza y conflicto de las que huían.

 

Esta misión ha sido iluminada por la sonrisa de Mariam, una niña de Camerún que emprendió sola un largo viaje hacia Europa para reencontrarse con su padre y su madre, y por los ojos risueños de Amala, una bebé de 18 meses de vida rescatada en alta mar de una precaria embarcación de hierro en los brazos de su madre, Hadiya, una joven maliense embarazada de 2 meses. 

 

Todo esto ha sido posible gracias al apoyo de personas como tú, que con tu generosidad nos permites llevar adelante nuestra labor y seguir firmes con nuestro compromiso: no dejar ninguna vida a la deriva

El Open Arms rescata a 115 personas en el Mediterráneo central en la misión de Navidad

Actualmente, el Open Arms se encuentra en el puerto italiano de Salerno, 

preparándose para zarpar en los próximos días en una nueva misión, la Misión 108, en el Mediterráneo central.

 

Recordamos que en el año 2023 más de 2.756 personas han perdido la vida ahogadas en el Mediterráneo mientras intentaban llegar a las costas europeas. Sin la presencia de las organizaciones humanitarias que estamos en el mar, actuando en ocasiones en reemplazo de las instituciones, las vidas humanas perdidas en el fondo del mar serán aún más.

 

Seguimos denunciando la estrategia del gobierno italiano de asignar puertos de desembarco significativamente más distantes de los disponibles, prolongando innecesariamente el sufrimiento de las personas a bordo. Esto constituye un flagrante incumplimiento deliberado de la Ley del Mar y los Convenios Internacionales, que establecen que los náufragos deben ser desembarcados en el puerto seguro más cercano.

 

Si salvar vidas es un delito, no hay mejor momento para que te unas a nuestra banda. 

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