
Flujos Migratorios
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Las grandes rutas migratorias
La migración ha sido innata al ser humano desde sus inicios. En los últimos tiempos, está relacionada con la búsqueda de una mayor seguridad y calidad de vida, o directamente, con la huida de situaciones de peligro. Conflictos armados, crisis económicas o el cambio climático, que afecta a algunas zonas con condiciones de vida difíciles o desastres naturales, son algunas de ellas.
Ante la falta de vías seguras y regulares para migrar, miles de personas vulnerables dependen de traficantes para atravesar zonas peligrosas con un destino incierto. Hay tres grandes rutas migratorias que convergen a orillas del Mediterráneo, desde donde inician la arriesgada travesía marítima, con un índice de mortalidad alarmantemente alto. Es en esa última fase donde Open Arms actúa, realizando operaciones de búsqueda y rescate.
Estas son las tres mayores rutas migratorias del Mediterráneo

Mediterráneo Occidental y Atlántica
Desde Marruecos, Argelia o Mauritania, a España peninsular, Baleares o a Canarias.
Mediterráneo Central
La ruta marítima más peligrosa del mundo.


Mediterráneo Oriental
La ruta hacia Grecia, desde las costas de Turquía.
Factores que afectan a los flujos
Los flujos migratorios evolucionan y cambian en el tiempo. Dependen, en gran medida, de las condiciones en las que se encuentran los países de donde se originan, porque unas peores condiciones tienden a facilitar mayores flujos. Pero hay más condicionantes:
Políticas migratorias y acuerdos bilaterales
El refuerzo de fronteras y la firma de acuerdos entre la UE y terceros países para externalizar las fronteras (por ejemplo, Turquía, Túnez, Marruecos o Libia) tienden a desviar las rutas o a fomentar el uso de vías más peligrosas.
Inestabilidad política y crisis económicas en países de origen
Conflictos (Libia, Sahel, Siria, Afganistán) y crisis económicas (Túnez, Líbano, algunos países del África Subsahariana) impulsan la salida de más personas.
Cambio en las dinámicas del tráfico de personas
Las redes de tráfico buscan las rutas menos vigiladas y pueden adaptar rápidamente sus puntos de salida según la presencia de vigilancia costera y acuerdos con autoridades locales.
Condiciones climáticas
El Mar Mediterráneo puede volverse extremadamente peligroso durante los meses de invierno, reduciendo en parte las salidas, aunque cada vez son más frecuentes los intentos en todas las estaciones debido a la urgencia de la migración.
Conclusiones
Hay un gran número de motivos por los que los migrantes se arriesgan a cruzar el Mediterráneo, pero generalmente son causas que ellos no han provocado.
La ruta del Mediterráneo central persiste como la más activa y letal, a causa de la inestabilidad en Libia y la falta de un acuerdo integral entre la UE y los países de la costa norteafricana.
Sigue habiendo fluctuaciones en la ruta occidental. La cercanía geográfica entre Marruecos y Andalucía hace que siga siendo un punto recurrente de llegada a Europa, con variaciones según la cooperación fronteriza entre ambos países. La ruta a las Islas Canarias, aunque extremadamente peligrosa, se mantiene como alternativa para miles de personas.
La ruta oriental tiende a repuntar. La situación en Oriente Medio (Siria, Irak), sumada a la inestabilidad en Afganistán, puede intensificar de nuevo la presión migratoria hacia Turquía y Grecia si no se atienden los problemas que la provocan y si las condiciones humanitarias empeoran.